¡Estás a un paso de completar tu primera ruta de aprendizaje!
Esto es todo lo que aprendiste en este módulo
Total conceptos aprendidos: 4
La falta de control, el exceso de optimismo y la poca planeación juegan en contra del control del gasto. Entender cómo fallamos es el primer paso para mejorar la forma en que gastamos nuestro dinero.
El presupuesto tradicional es útil, pero pregunta solo cuánto y no cuándo gastamos; en consecuencia, puede haber días en que nos falta dinero y no lo sabemos. La solución: utilizar un flujo de caja.
Planear nuestros gastos según categorías como “fijo”, “variable” u “hormiga”, no nos dice mucho sobre cómo tomar control sobre los mismos. En este caso, planear por categorías de gasto es una mejor opción.
El flujo de caja nos muestra que la única solución para controlar nuestro gasto no es dejar de gastar. Reacomodar, esperar y negociar con nosotros mismos son otras estrategias a tener en cuenta.
¿Qué es y cómo aplicar un mecanismo de compromiso?
Piensa por un momento qué quieres lograr, o qué quieres cambiar después de haber pasado por toda esta ruta de aprendizaje. Quizás quieras empezar ahora con el Método Bola de Nieve, o llamar a un banco para preguntar si están dispuestos a comprarte la cartera que tienes con tu banco actual, o pedirle a una reparadora de crédito una propuesta para empezar a salir de deudas.
En finanzas personales, no basta con desear que pasen cosas, es necesario que nosotros mismos hagamos que sucedan. Sin embargo, a pesar de que nos planteamos objetivos y metas, en muchas ocasiones -cuando llega el futuro- nos damos cuenta de que avanzamos poco o nada en su cumplimiento.
Una de las principales razones por las que constantemente fallamos en cumplir nuestros objetivos tiene que ver con que en el día a día vamos cediendo a un sinnúmero de pequeñas tentaciones que nos alejan de la meta a la que queríamos llegar. A veces, incluso, ni siquiera somos capaces de dar el primer paso y hacer la llamada que tenemos que hacer, o enviar los documentos que tenemos que enviar. La buena noticia es que hay algo que podemos hacer al respecto: diseñar mecanismos de compromiso.
Un mecanismo de compromiso es un trato que hacemos con nosotros mismos, mediante el cual nos comprometemos con una acción o un resultado a futuro haciendo que ciertas acciones que podrían alejarnos de ese objetivo sean más costosas o, incluso, inalcanzables. En otras palabras, se trata de imponernos voluntariamente restricciones que solamente nos afecten a nosotros, para asegurarnos de llegar a donde queremos llegar.
En el siguiente video, te explicaremos un poco más en detalle cómo funcionan y qué ejemplos podrías aplicar en el caso del endeudamiento:
Ahora es tu turno.
¡Excelente! Ahora haz clic en siguiente para finalizar tu ruta de aprendizaje.