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La ley de insolvencia y cómo usarla si no podemos pagar nuestras deudas

La ley de insolvencia económica es la última estrategia para salir de deudas. Si ya hemos agotado las opciones que nos permiten recuperar nuestro flujo de caja, como el rediferido, la compra de cartera, la consolidación de deudas, hacer una renegociación o una reestructuración, y tampoco se pueda cumplir con las condiciones de una reparadora de deuda, esta es nuestra opción final.

​Qué es la ley de insolvencia para personas naturales

Es un procedimiento que nos permite negociar nuestras obligaciones mediante un acuerdo con el sector financiero y personas a las que les debemos; validar ante un juez cualquier acuerdo al que lleguemos con nuestros acreedores, o liquidar nuestro patrimonio y volver a empezar desde cero nuestra vida financiera.

​En este artículo no entraremos a revisar los detalles técnicos de la ley de insolvencia; sin embargo, haremos la claridad de que el el término técnico de este procedimiento es Insolvencia para personas naturales no comerciantes​ y​ está regulado por la​ Ley 1564 de 2012 en su título IV.

​Qué es insolvencia económica

​Como hemos explicado en nuestra ​Guía para salir de deudas, la insolvencia es la situación en la que el total de las cosas que tenemos (nuestros activos) no alcanza para cubrir el total de lo que debemos (nuestros pasivos). Si además, tenemos una situación crítica de iliquidez -es decir, no tener el efectivo suficiente para cumplir con nuestros gastos y obligaciones-, lo más probable es que no encontremos una solución para salir de deudas.

En este escenario, cuando ya no hay nada más que podamos hacer para normalizar nuestra vida crediticia, es que podemos declararnos insolventes y volver a comenzar en nuestras finanzas personales.

Quiénes pueden aprovechar el régimen de insolvencia en Colombia

  • Cualquier persona que no ejerza profesionalmente el comercio. Es decir, que no esté registrado como comerciante ante entidades como la Dian o la Cámara de Comercio.
  • Agricultores o ganaderos que no se hayan organizado como empresarios.
  • Artistas, servidores públicos, abogados, médicos, personas que se dediquen a profesiones liberales, pensionados, o amas de casa.

​Cuáles son los requisitos para declararse insolvente como persona natural

​Para poder declararnos en insolvencia es necesario cumplir los siguientes requisitos:

  • Haber incumplido el pago de dos o más obligaciones financieras(como deudor o codeudor).
  • Deberle a dos o más personas o entidades.
  • Haber dejado de pagar por más de 90 (noventa) días o tener dos o más procesos ejecutivos en curso.
  • Si tenemos deudas en las que no nos hemos atrasado, es necesario que aquellas en las que sí, representen al menos la mitad del total de todo lo que debemos.

​Cómo funciona la ley de insolvencia

En términos muy resumidos, al declararnos en insolvencia, lo que hacemos es llamar a nuestros acreedores (sin importar que sean personas o empresas) y pedirles que lleguemos a un acuerdo de pago propuesto por nosotros.

Este acuerdo debe ser validado por un juez y aceptado, al menos, por los acreedores a quienes les debemos más de la mitad del monto total. Es importante aclarar que cualquier proceso judicial relacionado con el cobro de estos créditos se detendrá mientras hace curso el trámite de insolvencia.

Si llegamos a lograr un acuerdo, estaremos en la obligación de cumplirlo. Si no lo cumplimos podemos intentar una segunda negociación de deudas.

Sin embargo, si no llegamos a un acuerdo (en la primera o segunda oportunidad), el juez podrá declarar la liquidación patrimonial y nuestros acreedores podrán pagarse con los bienes de los que dispongamos (apartamentos, carros, etc.). Una vez nuestros bienes han sido liquidados (aun si no tenemos bienes), las porciones de las obligaciones que no alcanzamos a pagar no podrán volver a ser exigidas.

​Cuándo acudir al trámite de insolvencia

​En este caso la respuesta es una sola:

  • Cuando hemos intentado todo para pagar nuestras obligaciones, pero nuestra situación financiera nos impide acceder o cumplir con cualquiera de las opciones que hemos revisado anteriormente.

​Puntos a tener en cuenta ​para considerar acogerse a la ley de insolvencia

​​Existen dos consecuencias que tenemos que tener en cuenta al acudir a un proceso de insolvencia:

  • Se nos cerrarán, al menos por un tiempo prolongado, las puertas del sistema financiero en lo relativo a productos de financiación (lo cual, en ocasiones puede terminar siendo una gran ventaja también).
  • Nuestro patrimonio puede estar en riesgo si no llegamos a un acuerdo con nuestros acreedores.

Vale la pena aclarar que para poder acceder al trámite de insolvencia no podemos haber cedido ningún bien en los seis meses anteriores al mismo; de lo contrario, el mismo podría sernos negado.

​Ley de insolvencia​, dónde acudir

Para que las personas puedan acogerse a la ley de insolvencia, nuestra recomendación es que contacten a un asesor financiero para que conozca su caso con más profundidad y pueda ayudarles a preparar el caso.

Ten en cuenta que el trámite de insolvencia puede realizarse en las notarías y en los centros de conciliación autorizados por el Ministerio de Justicia y del Derecho.

El objetivo de esta ley es permitirle a un deudor negociar con sus acreedores la posibilidad de pagar sus deudas en las condiciones que sus finanzas personales le permiten, a través de una conciliación. Se trata de un procedimiento que busca proteger al deudor, sobre la base de su buena fe, para permitirle normalizar su vida crediticia y lograr, eventualmente, la condonación total de los intereses de sus préstamos, los gastos de cobranza, los honorarios de abogados, entre otros.

La ley dispone que no tener dinero para pagar un abogado no debe ser obstáculo para iniciar el trámite de insolvencia. En este sentido, es posible ir directamente a un centro de conciliación autorizado y obtener la asesoría necesaria para evitar caer en “las garras” de personas y empresas que pueden ofrecerse a adelantar este tipo de acciones buscando únicamente sacarle dinero al deudor.