¿Por qué invertir en un programa de bienestar financiero para empleados?

Bienestar es una palabra que está cada vez más en boca de quienes gestionan el recurso humano de una organización; entendemos que la comodidad, la salud y la felicidad de los colaboradores tiene un efecto sobre su compromiso, su desempeño y los resultados de la compañía para la que trabajan. En consecuencia, las empresas invierten una buena parte de sus recursos en asegurarse de que sus empleados disfruten el trabajo que realizan, en promover el trabajo en equipo y las buenas relaciones laborales, incentivar hábitos saludables y el compromiso con las comunidades que impactan a través de su negocio.
Sin embargo, en la última década se ha integrado cada vez más un quinto elemento a este modelo de bienestar corporativo: el Bienestar Financiero. De hecho, Tom Rath y Jim Harter Ph.D. encontraron en una investigación para Gallup que estar y sentirse seguro en el presente y para el futuro –económicamente hablando– es un componente tan importante del bienestar como la carrera, el ámbito social, la salud física y la conexión con la comunidad.
A partir de entonces, decenas de investigaciones han demostrado, entre otras, que la falta de preparación para los desafíos que los colaboradores tienen en sus finanzas personales es un factor crítico en sus niveles de estrés laboral y que está directamente relacionada con la incapacidad para concentrarse en el trabajo, el ausentismo, baja moral y deterioro en su salud física. El hecho de que en diferentes encuestas una gran proporción de empleados declaren elevados niveles de estrés en el trabajo, ocasionados por asuntos relacionados con sus finanzas personales, ha llevado a que estudios de firmas como PWC o medios especializados como Forbes, definan el Bienestar Financiero como una de las tendencias más importantes en bienestar corporativo y un factor clave en el bienestar general de los trabajadores.
A la fecha, existen bastantes estudios de caso que muestran cómo incorporar el Bienestar Financiero al modelo de gestión humana de una organización tiene efectos importantes sobre el compromiso y la productividad de los trabajadores, al tiempo que puede disminuir riesgos de accidentes laborales, ausentismo por enfermedades asociadas a estrés e incluso prácticas de deshonestidad y corrupción.
América Latina no es la excepción a los desafíos que supone la falta de bienestar financiero para las organizaciones. Si bien todavía no contamos con investigaciones como las que se llevan a cabo en Europa y Norteamérica en la materia, es posible intuir que la mayoría de nuestros trabajadores se halla en el mundo laboral sin los conocimientos ni las habilidades necesarias para tomar decisiones informadas y responsables sobre su salario y los beneficios que reciben de sus empresas y fondos de empleados; algunos datos que nos pueden llevar a esta conclusión, solo en Colombia, pueden ser:
Manejo de las finanzas en los Colombianos
De hecho, nuestros cálculos sugieren –a partir de las mediciones de Bienestar Financiero que realizamos en las empresas con las que trabajamos– que, bajo una estimación conservadora, por mes hay entre 500 y 750 horas que se pierden de productividad por cada 100 empleados al ser dedicadas para atender asuntos relacionados con sus finanzas personales; en condiciones salariales promedio, esto es un gasto anual que puede ubicarse entre los USD 30 000 y USD 45 000 por cada 100 trabajadores.
Cualquier organización puede beneficiarse, entonces, elevando el compromiso y la productividad de sus trabajadores al preocuparse por su Bienestar Financiero. Si bien no existe una única forma de implementar este tipo de programas, se trata de una oportunidad para elevar el potencial de los colaboradores, elevar su bienestar y apoyar a quienes están en dificultades económicas, de forma que sea posible prevenir riesgos para la compañía y mejorar sus resultados.